Poggio Colla: el bloque moldeado

Descripción

Los etruscos fueron considerados por sus contemporáneos como "el más religioso de los pueblos". Todos los aspectos de su vida estaban dominados por la influencia de una deidad concreta, a la que se dirigían por mediación de los sacerdotes. Los lugares dedicados al culto se ubicaban en entornos naturales: cuevas, bosques, manantiales y lagos, a veces dotados de pequeñas estructuras o edificios construidos a propósito con características especiales, los templos. En la zona se conocen tres santuarios hasta la fecha: el llamado Lago degli Idoli, en el monte Falterona en Casentino, el de Poggio Colla y el de Monte Giovi en Vicchio. Todos ellos están situados en posiciones dominantes, mutuamente visibles y profundamente conectados a un paisaje natural que los etruscos consideraban sagrado. Poggio Colla representa el testimonio sagrado más antiguo de estos lugares, que data de finales del siglo VII a.C. Las excavaciones han sacado a la luz una acrópolis fortificada, construida sobre un templo que parece haber sufrido una destrucción ritual para ser sustituida por dos edificios-patio monumentales posteriores. Cuando el templo fue destruido, también se cerró una fisura en la roca. La fisura estaba sellada con un gran bloque de piedra arenisca moldeada, que había formado parte del templo. El bloque fue encontrado al revés: un fino anillo de oro y largas trenzas de hilos de oro habían sido colocados junto a él.