Cueva de Madama

Descripción

En un rincón apartado de los Jardines de Boboli, entre 1553 y 1555, Eleonora di Toledo, esposa del Gran Duque Cosme I de Médicis, hizo construir una pequeña gruta, "un lugar de elección para que la duquesa y su consorte se refugiaran de las preocupaciones de la vida pública". La dirección de las obras fue confiada al ingeniero Davide Fortini, yerno de Tribolo, a quien los Médicis habían encargado el diseño de todo el jardín de Boboli. La Gruta se diseñó para simular un entorno subterráneo, pero en realidad es un edificio totalmente construido en la superficie. La fachada tiene un muro de falsa roca, en cuyo centro hay una pequeña puerta con jambas de mármol blanco y cornisa superior, que contrasta fuertemente con el propio muro. El espacio interior consiste en una pequeña sala: la bóveda de cañón tiene un techo artesonado con cornisas de estuco blanco rodeadas de concreciones de piedra caliza, lo que crea un extraño juego de contrastes entre distintos materiales. Las paredes están recubiertas de roca esponjosa con elementos arquitectónicos como paneles y nichos. La decoración con esponjas y estalactitas falsas enmarca una pila ovalada de mármol, decorada con putti jugando con capricornios. El Gran Duque eligió el Capricornio como emblema, como símbolo de quien gusta de alcanzar las cimas más codiciadas con lentitud y obstinación ("festina lente"). La pila está coronada por tres estatuas de cabras, de las cuales la central, con las ubres hinchadas, es obra de Baccio Bandinelli, y una gran cabeza de carnero, que solía arrojar agua. En 1696 la pila fue sustituida por una copia y el original se encuentra ahora bajo la última ventana de la fachada del Palacio Pitti, en el lado izquierdo. Posteriormente, la gruta se cerró con una puerta de madera con el escudo de armas de la casa de Austria, en referencia a María Magdalena de Austria, esposa de Cosme II, a la que presumiblemente se debe el nombre "di Madama".