El yacimiento etrusco I Monti en San Piero a Sieve

Descripción

En la época orientalizante y arcaica, el Mugello y el Valle del Tamiz constituían un territorio culturalmente homogéneo, situado en la bisagra entre la Etruria septentrional y la Etruria Padana, ocupado por pequeños núcleos dispersos de una población dedicada al comercio y la agricultura. Pero el centro urbano al que se refería toda la zona era Fiesole. Así, entre finales del siglo VIII y el VII a.C., los príncipes etruscos controlaban las principales rutas viarias, como indica la posición de los santuarios de Poggio Colla y Monte Giovi. En el siglo VI a.C., en cambio, los ricos terratenientes, que seguían dedicándose al comercio, como habían hecho antes los príncipes, solían marcar sus tumbas con piedras y estelas decoradas, las llamadas piedras de Fiesole. La colina sobre la que hoy se levanta la fortaleza medicea de San Martino en San Piero a Sieve albergaba el yacimiento etrusco I Monti, que constaba de tres partes: una necrópolis, una gran muralla divisoria y un barrio para la producción de cerámica, compuesto por dos hornos.